El caso de Siria es el
más doloroso. Tan legítima y espontánea como la de sus hermanos árabes, su
revolución democrática contra 40 años de dictadura parece amenazar el orden
regional y la paz mundial y resucitar el fantasma de la Guerra Fría. Su insistencia heroica frente a la represión ha activado la
intervención de toda una serie de potencias y subpotencias que tratan de explotar o
anular el movimiento popular sin alterar de manera significativa el
“equilibrio” de las últimas décadas.
nem os líbios são árabes nem todos os sírios são árabes
ResponderEliminarnem todos os ventos sopram de sul
os ventos de oeste trazem sal...